El
accionariado asalariado en Europa en 2024
1.
El cambio de paradigma en el accionariado asalariado
europeo es cada vez más evidente. En términos
de dinámica, las grandes empresas están dejando paso
a las pymes. En este caso, los empleados no comparten
«un trocito del pastel», sino que adquieren el trozo
más grande; en la mayoría de los casos, el pastel
entero. El contexto y el objetivo no se centran tanto
en repartir beneficios, sino en satisfacer la necesidad
de transferencia de la empresa. Gran Bretaña se está
convirtiendo en el número uno de Europa, mientras
que el continente, y Francia en particular, pasan
a un segundo plano.
2. La paradoja se hace más evidente entre el accionariado
asalariado de las grandes empresas europeas. Todo
indica que las empresas van detrás de ello. Al igual
que sus empleados. Las empresas están aumentando el
número de planes de acciones para empleados. Sin embargo,
la realidad, en general, es que el número de empleados
accionistas está disminuyendo, la participación de
los empleados en el accionariado se está estancando
y la democratización del accionariado asalariado se
está tambaleando. Como resultado, los planes son cada
vez menos eficaces. Los planes y las políticas que
los sustentan son cada vez menos democráticos.
3. ¿Por qué está cayendo el accionariado asalariado
en las grandes empresas europeas? La razón principal
es política. Se trata de la incapacidad de los
legisladores europeos para elaborar una legislación
acorde con el desarrollo de las grandes empresas.
En la actualidad, solo el 35 % de los empleados
de las grandes empresas europeas sigue trabajando
en su país de origen (gráfico 79, página 144).
En consecuencia, solo una pequeña minoría de ellos
puede beneficiarse de los incentivos fiscales que
ofrece la participación de los trabajadores en el
accionariado de una empresa que no se encuentra regulada
por la legislación de su país de origen. Las políticas
de accionariado asalariado, por ejemplo, han perdido
un 30 % de su eficacia en pocos años por seguir
siendo de ámbito nacional.
En materia de accionariado asalariado, así como en
tantas otras cuestiones, Europa está cansada de tantas
divisiones políticas y pensamientos regionalistas.
Los legisladores siguen basándose en marcos y mecanismos
obsoletos. Esto explica por qué los recientes esfuerzos
legislativos en varios países no han tenido un impacto
significativo en la participación accionarial de los
empleados en las grandes empresas. La ley francesa
"Loi Pacte" es el máximo ejemplo de esta
impotencia.
4. Un fuerte movimiento de accionariado asalariado
se está imponiendo en las pymes europeas, empezando
por Gran Bretaña. En este país, la compra por
parte de los empleados es ahora la forma más común
de transmisión de pymes, después de la transmisión
familiar. Avanzamos rápidamente hacia una situación
en la que una de cada diez pymes será propiedad de
sus empleados. Con 600 transferencias de pymes a asalariados
en 2024, Gran Bretaña creará 50 000 nuevos asalariados
propietarios en un solo año, tantos como todas las
cooperativas de trabajo asociado de Francia (SCOP)
en todo un siglo.
Para el accionariado asalariado de todo el mundo,
esto supone una auténtica revolución. De hecho,
durante casi doscientos años, se han probado numerosos
marcos y modelos para desarrollar el accionariado
asalariado en las pymes. Hoy, por primera vez en el
mundo, hemos conseguido establecer un modelo que supera
a todos los demás. Desde 1974, el modelo más conocido
en el mundo era el plan ESOP en Estados Unidos. La
fórmula Employee Ownership Trust, introducida
en el Reino Unido en 2014, parece ser ahora, con diferencia,
la más eficaz.
Las razones de su éxito son bien conocidas: una legislación
bien diseñada y basada en mecanismos fiduciarios.
Esto es lo que garantiza sus tres ventajas de simplicidad,
facilidad y adaptabilidad, de una forma que ningún
otro modelo ha sido capaz de lograr.
Como resultado, el Reino Unido es el único país europeo
(junto con Noruega) donde el número de accionistas
asalariados ha aumentado en los últimos doce años.
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